Autor: Aldo Avellaneda
Filiación Institucional: Centro de Estudios Sociales. UNNE – CONICET
Correo: sashadam81@gmail.com
Resumen:
La presente intervención parte de la aporía en la que se sostienen algunos presupuestos de funcionamiento en los discursos masivos de información en general y de la prensa escrita en particular.Por un lado a estos discursos se les ha asignado la función social de decirnos de manera coherente y verosímil lo que ocurre a nuestro alrededor. Por el otro, cada medio sostiene, a su vez, una posición ideológico-política aunque no explícita (pues esto chocaría con lo antedicho), sí relativamente estable. ¿Por medio de qué dispositivos los medios consiguen mantener fuertes tales características, a priori, una representando un peligro para la otra, ya que su posición debe congeniar con la coherencia y verosimilitud que se le exige a su relato?Un hecho se produce. Ese hecho puede tener o no implicancias en distintas esferas del cuerpo social. A la lucha por la discriminación de esas implicancias en tal o cual esfera y a su sistema general de ordenamiento llamamos régimen de distribución del acontecimiento. Esto último supone la disposición de simultaneidades y diacronías de tal forma que resulten coherentes con la postura general del medio. Del conjunto de hechos acaecidos el medio postulará una determinada conexión. Dispondrá el núcleo de la crisis, hablará de antecedentes y de consecuencias, construirá series de actividades (acciones que tienen consecuencia sobre otros) y de pasividades (situaciones provocadas o sujetos afectados por otros). Afirmará un marco de situaciones posibles así como dejará implícitas otras que no deberán darse a menos que todo el modelo colapse. Se construirán articulaciones entre los distintos hechos para mantener intacto el presupuesto de ordenamiento.